"Eva estaba confundida y en toda ella aún no
se había calmado el estremecimiento que, en el sueño, la había desmadejado
dejándola lánguida y nerviosa"
Como en
otras ocasiones se había quedado
dormida en el tren, pero
esta vez sus propios gemidos la
habían despertado. Miró al pasajero que compartía su vagón y le inquietó la mirada
que también sostenía una burlona sonrisa. En principio esquivo el
contacto visual con el joven , después se recreó en su atractivo. Le gustó el pelo oscuro, ensortijado y revuelto que le caía sobre la frente, continuó examinando cada rasgo de ese rostro
que la observaba sin rubor, y sin
pestañear se asomó a los ojos verdes del extraño, que con gesto amable le ofreció un cigarrillo. Eva se
incorporó para aceptar, todavía aturdida por el
recuerdo .
Cuando tuvo el cigarro en su
mano y lo puso en la boca, el tren frenó
en seco, haciendo que cayera entre los brazos del pasajero, y éste,
la sostuvo con fuerza hacia su cuerpo
hasta que se sentó sobre las piernas de él. Notó el calor de sus mejillas que rozaban las suyas y luego, tras mirarse de nuevo, el pasajero saboreo con
su lengua los labios de ella. Bajo sus posaderas percibió que los sueños crecían al mismo
ritmo que sus gemidos. Ya no había fronteras entre el traqueteo y el
baile de cuerpos en el tren. Eva cerró los ojos
y murmuró en el oído de su
acompañante: por favor, no me despiertes, por favor no me despiertes...
15 comentarios:
¡Hola amiga!
He conocido tu blog a través del de una amiga también bloggera y quería pasarme por tu casa entre otras cosas para saludarte.
También aprovecho para animarte a seguir así, ya que haces un trabajo excelente a la par que útil para muchas personas.
Aprovecho de igual modo mi visita, para desearte que sigas en la misma línea de trabajo porque me gusta el estilo que utilizas, tu forma de escribir, fácil de entender, ámena de leer y directa.
Sobre todo, esto último ya que no se dispone de mucho tiempo libre y es una forma muy buena de facilitar las cosas a los lectores como es mi propio caso.
Si te apetece puedes pasarte por felicidadenlavida
Un fuerte abrazo,
Francisco M.
Hola!!! Ya van tres relatos que no acerté, que mal me fue en la quiniela jajaja.
Un relato muy sensual que me encantó!!!
Un besote.
No despertemos a Eva, que siga soñando con su acompañante.
Mira, que había sido tuyo, eh!!!
Un abrazo.
Muy buen relato. Esta vez, el tren se portó bien, como un habil intermediario.
O tal vez había un demiurgo invisible, para conectarlos.
No. Algo tan efectivo es digno de Afrodita.
Síiiiiiiii otro que acerté! jejejeje...no me preguntes por qué pero atiné a identificarte!
Me siento más que satisfecha jejeje.
Ha sido un gusto compartir este jueves tan especial!
=)
Nocturnidad y ALEVOSIA, tampoco di contigo, me despistaste de lleno.
Un viaje por tren para no despertar ni llegar al fin del trayecto...
Besito lunero juguetón.
También me equivoqué contigo.
Viajo mucho en tren pero nunca me pasó eso.
Me encantan las novelas eróticas de Ana Rosseti, que es "cañaílla" como yo.
Te aclaro que "cañaíllas" somos los que hemos nacido en San Fernando, Cádiz, por si no lo sabías.
No te identifiqué en el relato, como a los demás, porque no he dado ni una.
Un beso.
Quién pudiera viajar en el compartimento de Eva...
Mágico relato, Encarni, enhorabuena.
Besos!
La próxima, los relatos deberán venir con brújula! Qué desorientada que anduve! Tampoco dí contigo.
Confieso: tampoco nunca viajé en tren... así que me deleité con la experiencia de Eva... a quien, shhhh! dejémosla que siga durmiendo!
Besos!
Gaby*
Pues no te localizaba y estabas ahí ¿eh?, disfrazada de Cecy para confundirme, jajaja. Besos amiga.
Tampoco te localicé... te adjudiqué el 6 y me quedé tan ancha!! jajaja
Tú a mí sí eh??
Muchos besos!!
P.d. qué es eso de que ahora eres alien 1313 o algo así??
Por los comentarios que he leído,había que identificar el relato con el autor/a, qué divertido, no?
En cuanto al sueño de viaje, o al viaje de ensueño en tren...¡qué bien aprovechao!
Ni he podido escribir ni tampoco leer los relatos, llevo unos días un poco agobiado. Ahora veo el tuyo y pienso qué pocos viajes en tren hacemos ya; además los vagones de ahora no son como los de antes que con el traqueteo solía darte sueño o ensueño. Muy bien, señora, ese toque sensual.
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