LUZ
Las sombras entre la oscuridad contaminaron las
palabras
y poco a poco
se volvieron turbias entre los párpados,
ellas, escondidas bajo el
pasadizo secreto del silencio
hicieron
más tenebroso el habito callado
cuando la noche,
mana a borbotones una fuente
sin estrellas
y se vacía el
alma en ese tinte negro
como un grifo que cierro
para buscar el aleteo de una cerilla
y prender la
luz en una vela.
Aún diminuta la llama afila su cuchillo en los bordes
oscilantes
que bailan en las paredes
esa danza de penumbra
que eleva luminosa los destellos
de palabras que se abren como mariposas a la vida.
Y con el leve
calor que triunfa en esta batalla de claroscuros
la cera derrite su paciencia en ofrecer un rayito
que dibuje en el alba otro camino certero y diáfano.