Y esto es gracias a nuestra compañera de Café de palabras Cristina que envió una nota de prensa al periódico. Y esta tarde me lo ha recordado, que tengo unos olvidos imperdonables...
lunes, 18 de marzo de 2013
Los jueveros salen en el Diario Jaén
Y esto es gracias a nuestra compañera de Café de palabras Cristina que envió una nota de prensa al periódico. Y esta tarde me lo ha recordado, que tengo unos olvidos imperdonables...
miércoles, 13 de marzo de 2013
Este jueves: manos
La mano sobre el libro descubre las palabras
rodando, una a una hacia la palma. Al mismo
tiempo, el libro asomado en su hoja, adivina
la edad que se escurre entre mis dedos.
Y pudiera ser más de cien, los años
albergadas en una pequeña mano de mujer
que inquieta se acerca a la melodía que entona
una frase y toma cuerpo al fundirse en los labios.
Más manos para elaborar este jueves en casa de Dorotea
domingo, 10 de marzo de 2013
IV Encuentro Bloguero Jaén 2013
(Imagen: Carlos Peris)
OS ESPERAMOS CON MUCHO,MUCHO CARIÑO!!!!
Blogs que participan en el encuentro:
Blog de Lupe
¿Y qué te cuento?
Censura Siglo XXI
Desgranando momentos
El balcon de casss
Manu Tais-Blog
Mirando dentro
La Bitacora
Lugar de encuentro
Sólo Palabras y Caricias de Papel
Matices en la vida
Mezclando arte
Y nacimos casualmente
Con una sonrisa
Cuentos, historias y otras menudencias
Brisa de Venus
Sin Blog participan:
Encarnita Labrador
Jose Miguel Prieto
Rocío de Vargas
miércoles, 6 de marzo de 2013
Este Jueves: Palabras al viento
PALABRAS AL VIENTO
Nos hicimos amigos aquella vez que acarició mi pelo con una ligera brisa. Yo le preguntaba y él
respondía a ráfagas, o me contestaba
con silencio a través del aire que se quedaba quieto, o me zarandeaba cuando no estaba de acuerdo con
alguna de mis afirmaciones. Él sabía que me encantaba escucharlo entre los
árboles y dejaba el rumor de su
presencia por las ramas.
Supe que en más de una ocasión se
transformó en mensajero del mar,
porque a veces el mar quería
elevarse de su denso cuerpo y, en
esa lucha las olas mecían sus sueños o
su cólera.
A remolinos de confidencias me impregnaba de otras voces que llegaban entrecortadas y sin
rostro, o mezcladas con el murmullo de
la corriente.
En otras ocasiones, en su
intento por impresionarme arrastraba todo lo que se interponía en su paso, y en cuestión de segundos, cerca de mis pies
podía encontrarme naranjas, flores, aceitunas, hojas, tierra o arena; o
dependiendo de las estaciones los regalos eran distintos.
Pero
no siempre tuvo ganas de jugar o de contarme secretos, porque
las nubes o las tormentas, les hacían enfadar
y se convertía en un huracán destructor
capaz de olvidarse de todo.
Un día de marzo, al
anochecer le esperé en la roca en la que solía visitarme, ya
cansado de vagar y me contó un
secreto que oyó en alguno de sus
viajes. Me propuso que compartiera aquellas palabras que con solo pronunciarlas
tuvieran vida propia y que el sonido
fuera el puente para acercarnos.
A cambio, yo debía respirarlas y llenarme con todas ellas como si fuese un
globo, hasta la promesa de
volar con él. Y por medio de las
palabras, se acunó en mis sueños y me
llevó a pasear por su espacio mientras dormía.
Más vientos o brisas en casa de Juan Carlos
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