3ª FASE
María y Lipio arrastraban caras de auténtico cansancio, además de las pancartas.
Lipio abandonó aquella madeja de tela pintada enrollada sobre el suelo y María hace otro tanto de lo mismo.
-Creo que deberíamos dejarlo ya. ¿No crees? – preguntó Lipio.
-No, no, imposible. Costó mucho tiempo, esfuerzo y paciencia para poner de acuerdo a las mujeres y conseguir esta huelga. Una vez que hemos llegado hasta aquí, superando la etapa difícil de los insultos, las agresiones, el mal estar, por todo eso, debemos seguir. La ley estuvo de nuestra parte, está de nuestra parte.
El hombre movió la cabeza afirmativamente.
-Hubo un momento que creí que nos hundíamos, sobre todo en aquella etapa en la que muchas mujeres desistieron y quisieron volver a sus casas. Fue un tema difícil, pero no las juzgo. Hubo que convencerlas y nos llevó tiempo. Querían volver. –María se siente abatida y se sienta en el sofá- querían volver por que tenían miedo. El miedo es el baremo con el que se controla a la gente, el miedo ha benefiado al hombre. Por miedo se han sometido pueblos enteros. Llevamos el miedo en el cuerpo, tenemos miedo a la violencia, miedo a lo desconocido, a lo diferente, miedo al futuro, a lo que no podemos controlar, con miedo nos han enseñado. Y hemos aprendido a vivir con el miedo y a ser fuertes a pesar de todo.
- Una manera de enfrentar el miedo-intervino Lipio- es luchando con las misma armas. Imitando a María y se sentó en el otro sillón-Yo siempre he dicho que para una verdadera igualdad entre hombres y mujeres hay que utilizar las mismas estrategias, aplastando a los hombres en el mismo campo. Raro es que yo diga esto pero es así.
-Me resulta contradictorio viniendo de ti. A ver si he entendido bien. ¿Dices qué para que exista igualdad total, la mujer debe echarle un pulso al hombre?
Lipio quedó callado frente al peso de la pregunta.
-¿Utilizando la violencia, la competitividad, el egoísmo, la avaricia, la envidia, el odio, la destrucción?
-Si. Piensa un poco, eso está en cualquier persona, sea hombre o mujer. El bien y el mal están en todas las personas.
- Sí, vale, no te voy a discutir eso. Aunque creo que el porcentaje seria distinto. A nosotras nos han educado con otros valores, otra visión de las cosas, de la vida, de todo. No nos sirve quitar a un hombre y colocar a una mujer y que todo siga igual.
-¿Porqué?
-Pues… No sé como explicarte. Si una empresaria prefiere contratar a hombres en vez de a mujeres porque no se pueden permitir la maternidad de sus trabajadoras, ¿ha contribuido en algo qué esa señora esté en ese lugar? Pues no. ¿Ha aportado algo de su propia experiencia como mujer?
- Yo creo que es cuestión de tiempo.
-¿De qué tiempo estamos hablando? Porque podríamos hablar también de los horarios establecidos y de la incompatibilidad de los horarios laborales con respecto a los escolares y de otro tipo de horarios que dificultad la conciliación familiar y laboral.
- María, este tipo de cosas está cambiando. Desde que comenzó esta huelga, los puntos de vista están cambiando.
-Lipio eres, eres un hombre.
-Vaya ¿te has dado cuenta ahora o lo has deducido tú solita?
-No hombre, me resulta incompresible que estés en este bando, siendo tú, un hombre.
-¿Pero hay que ser mujer para estar aquí?
- No, no. Aquí no sobra nadie. Ni hombres ni mujeres, ni nadie es mejor que nadie, somos complementarios. Nuestro punto de vista es distinto, lo que pasa es que nunca nos preguntaron y a veces no hemos podido responder. Asi de sencillo.
4.ª FASE
María humedecía su pincel y embadurnaba su nuevo lienzo, mientras sopesaba los tres meses de duración de las movilizaciones. Habían conseguido cuestionar algunas cosas que parecían establecidas, le habían dado la vuelta a muchas situaciones y lo más importante, estaban haciendo historia. Su marido llegó algo cansado, entrando la compra del supermercado y comentándole los preparativos del almuerzo. A María se le dibujó una leve sonrisa; se acordó de una entrevista que leyó tiempo atrás en el periódico, de una famosa científica, en la que afirmaba que lo único que le diferenciaba de sus compañeros de ciencia era que ellos nunca tenían que pensar en la comida para el día siguiente. Pensó que si sólo hubiese servido la huelga para que la mayoría de las mujeres no tuviesen que pensar en esa actividad habría valido la pena.
-¿Qué pintas ahora, María? – Preguntó invadiendo la habitación.- Me es familiar.
-Un eclipse…
-¡Ah! – Sonó casi como un balido- ¿Un nuevo eclipse? ¿Estas plasmando tu próxima fechoría? Pues vas a tener que sentarte a esperar, porque el próximo eclipse anular será dentro de 23 años, por el año 2028. Lloverá mucho para entonces.
-Vaya, parece que sabes a que me refiero.
- He tenido tres meses para comprobarlo. ¿Se os ha quedado algo en el tintero? ¿Habéis olvidado “sembrar” algo?
- Pues si.- La mujer abandonó el pincel y se dirigió hacia su marido- Hace… déjame ver… hace falta sembrar en África, en la India, en Latinoamérica, hace falta crear otros tantos eclipses en otros tantos países…
Marcos intentaba disimular la sonrisa irónica que ha surgido encendiendo un cigarrillo. La primera bocanada de humo le provoca tos.
-La historia ya no es lo que era.- dijo reponiéndose- ¿Sabias qué en el siglo XVI cuando se producía este fenómeno de eclipse anular se pensaba que el Sol se enamoraba de la Luna y se encontraban para dar a luz a millones de estrellas? La vida era más sencilla antes.
- ¡Qué historia! – exclamó María girándose hasta darle la espalda a su marido. Recogió de nuevo el pincel y continuó mezclando el color azul con el rojo.- Para mi este eclipse representa la armonía, pensarás que es literario, alejado de la realidad, pero… nos atrevemos a soñar, a despertar y a caminar sobre la tierra, y lo que creíamos sueños se ha convertido en metas. Es justo pensar que todo lo conseguido pueda ser el espejo de otros países, otras culturas, realizándose de forma sencilla; tan simple como que este eclipse lo pintemos los dos, tan simple como que el equilibrio de la balanza comience aquí. Ven, toma, coge este pincel.
-Pero María, si en mi vida habré pintado cuatro muñecos con tres pelos cada uno.
-Venga, este pincel es sólo un soporte para expresarte, te lo ofrezco para que desde el interior tengas una visión objetiva de lo que significa pintar, porque pintar significa crear y para crear hacen falta herramientas, sólo te pido que intentes utilizarlas para hacer cambiar las cosas, para que juntos cambiemos las cosas. Hoy será aquí, pero mañana podría ser en otra parte.