miércoles, 17 de septiembre de 2014

EMBRUJO



Foto: E. Fernández

    Aquella noche el agua les  arropaba mientras desnudos  jugaban  a domar las olas,  la sal de los besos se mezcló  con la espuma, el rumor del mar acompasaban sus  gemidos.




   
   Los  cuerpos  se fundieron con el ritmo de las olas, que empujaban una y otra vez  en la arena hasta  recoger estrellas en el agua y empaparse de la luz pletórica que ofrecía la luna desde el cielo. Así se amaban  dos cuerpos embrujados que al despuntar el día  uno de ellos se convertía en   árbol para dejarse acariciar por las olas.

   Cuentan  que el árbol nació alimentado por la brisa  y que las raíces se abrieron camino a través de la arena para llegar a la orilla  y  estar juntos siempre. Cuentan que una mujer  misteriosa  paseo  por la playa y al verlos  les concedió  la virtud de ser humanos cada noche.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Este jueves, el mar, la mar.


En esta convocatoria  que Alberto V. trae esta semana, sobre el mar, la mar,  no puedo resistirme, porque me encanta.  Participo con un microrrelato y dos  minipoemas.


NEPTUNO
En clase aprendió que el mar estaba habitado por el dios Neptuno. Esa tarde caminó hasta la playa e introdujo los pies en el agua. Fijó los ojos en el horizonte y dijo: si me amas quiero una señal. Sonrió ante la estupidez del juego. De pronto notó un picotazo en el tobillo y vio alejarse un pez. Cuando quiso salir de la orilla su cuerpo se llenó de escamas.


I
Remuevo la arena
buscando algún verso
que llevarme de tu orilla,
un puñado de palabras
en mi reloj de tiempo
que acurruque el sonido
del mar en mis oídos
y contenga este instante 
de vida en un poema.

II
Me disuelvo en tu abrazo
de agua
y lleno de sal 
todos mis rincones
para ser contigo
la espuma de tus olas
la saliva de mis besos 
y a-MAR-te




Más relatos del mar o la mar en casa de Alberto V.