jueves, 8 de noviembre de 2012

Este Jueves relato. Volvemos en 6 minutos

      



AL HILO DE LA NIÑEZ
Calzábamos  la infancia con unos zapatos viejos que gastábamos en la calle, porque la calle era nuestra, hasta que la luna  fue un globo que se me escapó y la tierra  otro globo en el que vivíamos.    Al atardecer sonaba la musiquilla en la casa de alguna vecina que tenía televisión y oíamos las voces de nuestros amigos y amigas que nos llamaban  para compartir el programa y abandonábamos nuestros juegos de canicas o peonzas, o dejábamos de cambiar nuestros cromos y nos deleitábamos frente a la pantalla en blanco y negro. Aquella caja de imágenes pasó a ser nuestro mito de la caverna  y nos parecía que todo lo que se proyectaba desde allí  era real, de una realidad lejana como los sueños que vivíamos o nos inventábamos a raíz de dejarnos desamparados en  esos cortes  publicitarios.  Muchas veces no tardaban seis minutos, sino que  encadenaban  anuncios; unos tras otros. Y nos devoraba la impaciencia esos intermedios  larguísimos que nos juntaba  todas las lunas  escapadas  en el cielo. Entonces   alguien se convertía en un improvisado indio  que  berreaba de camino a los callejones, otros ensayaban el grito de Tarzán  subidos a las sillas de enea, yo me trenzaba el pelo como Pipi Calzas largas, e intentaba subir por las paredes. Desde esos  días soñaba con montar un caballo de lunares o perderme en una montaña con Heidi. En aquellas  pausas  entre los bastidores de la vida se volvían a oír las llamadas de  los compañeros que compartían su regocijo con los  niños y niñas del barrio; ya han vuelto!- exclamaban  inquietos, y nos adentrábamos sin pestañear en nuestra casa común que era Barrio Sésamo. 


A la vuelta hay más programación en casa de Gustavo.

27 comentarios:

Tracy dijo...

¡Qué tiempos...!
Barrio Sésamo... no sé si lo tenemos idealizado,pero creo que es el mejor programa infantil que se ha emitido.

Natàlia Tàrraco dijo...

Lo mejor, el intermedio, 6 minutos o más, de puro juego alimentado por las imagenes de la pantalla.
Ante el aparato crecimos, somos audiovisuales o no somos.
Después de la rana gustavo vino la bola de cristal, a lo pegamoide de alaska, a lo movida...ay, cuántas imagenes en nuestras retinas.
Besito feliz por esos recuerdos.

Montserrat Sala dijo...

Que bién lo explicas Encarni. tus palabras suenan simepre a poesia, tienen un no-se-qué, que engancha, y es que tienes una particular gracia en mezclar conceptos y metàforas.
Y esto no está al alcance de cualquiera, sin duda.

te mando un fuerte y cariñoso achuchón de abuela

Leonor dijo...

Eran momentos de duda entre seguir con nuestra imaginación en los juegos de la calle o correr a ver ese mundo lleno de aventuras que luego imitábamos. Las imágenes nos parecían cosa de brujería y más de una vez nos asomamos por detrás a ver si descubríamos algo.

Un beso.

MAMÉ VALDÉS dijo...

En esos 6 minutos mi hermano y yo nos repartíamos los anuncios, menos mal que era horario infantil y no anunciaban "compresas", un saludo que buenos recuerdos, el relato genial.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

La tele transformó nuestras vidas, para bien y para mal, pero no hay que quitarle méritos!
=)

Matices dijo...

Todo era un mundo especial donde la inocencia nos llevaba a surcar fantasías en sueños... y cuando la noche llegaba a eso de las 20.00 h, expectantes estábamos para al ritmo de "Vamos a la cama... que hay que madrugar..." no dar tregua al mundo de la imaginación.

Besos :))

Eastriver dijo...

Y Curro Jiménez, y Mazinger... Qué fácil era soñar con las pocas pistas que nos daban.

mariajesusparadela dijo...

Tiempos aquellos.

San dijo...

Pues anda que no era así...todo igualito que lo has contado jejeje, lo que ya he dicho, que tenemos una edad, de esto le hablo a mis hijos y me miran con unas caras.
Un beso vecina.

Anónimo dijo...

Dichosos tiempos aquellos en que la calle era el escenario ideal de nuestros juegos infantiles. Luego la tele nos fué hurtando esa forma de diversión, sumergiéndonos en las historias que los rayos catódicos se encargaban de mostrarnos. Después vinieron la consola, el ordenador, la wii, los móviles, los mil y un invento que han logrado que los niños hayan olvidado jugar de aquella forma.
Un abrazo.

Tyrma dijo...

¡QUE TIEMPOS...! Los dos rombos cuyo contenido no veíamos, por que a las nueve en punto, Cleo, Tete, Maripí, Cordobés, Coletas y Cuquín...nos mandaban a la cama.
Buen relato, amiga.
Un beso desde la ventana.

Cecy dijo...

Sin dudas ese aparato, novedoso y casi que era un lujo tener, que hoy ya esta esparcido uno cuanto de ellos por todas las habitaciones. Nos ha cambiado la vida.
Plaza Sesmo, así lo conocemos nosotros. Un excelente programa infantil.

Un abrazo.

Susurros de Tinta dijo...

Sisisisi, yo me acuerdo de todo eso, ehhh y la abeja Maya?, que?, siempre volando de flor en flor, haciendo trastadas y el pobre marco buscando a su mamá?, la verdad es que yo sigo en mi empeño de no entender porqué a los humanos no os gustan los anuncios, es lo mejor de la programación, vamos, un descanso para la llorera de Marco o de Heidi con la Rotenmeller o como se escriba to el dia dándole la brasa a la pobre niña y tirándole los panecillos blancos que guardaba para la abuela de Pedro, jopelines, que mania le tengo yo a esa tia, que veo un moño y se me ponen las escamas de punta y todo oiga, jejeje, miles de besosssssssssss

GUSTAVO dijo...

no me interesan los programas que has escrito, no me interesan y los mamé como tú, no me interesan en este texto tuyo, por que lo que me interesa por encima de todo ES LA MALDITA ,MAGIA QUE HAS DESPARRAMADO POR ÉL...
JODERSE LA LINDEZA QUE NOS HAS DEJADO, LEONOR... espera que recuerde tu inicio:"Calzábamos la infancia con unos zapatos viejos que gastábamos en la calle, porque la calle era nuestra, hasta que la luna fue un globo que se me escapó y la tierra otro globo en el que vivíamos.""""
este inicio es de una delicadeza, de una magia, de un espectacular QUE TE CAGASSSSS... y no retiro la expresión por que no me la gana...
MI ENHORABIENA, LEONOR.
leches, se me olvidaba el medio beso.

Toni dijo...

Esa tele sí me gusta! La que estimula la imaginación.
Y también tu fascinante relato.
Saludos!

rosa_desastre dijo...

Es bonito por este jueves, sentir que todos vivimos en Barrio Sésamo, aunque algunos (como yo) seamos mas viejos y vengamos del "barrio" de la perrita marilyn y los chipiritiflauticos jajajaja.
Un beso

casss dijo...

Y todo como en un cuento, lo has contado, hasta con cortes!!!
buen trabajo, nos vemos en el barrio...

Besos

Ana dijo...

Así era también mi niñez, mucha calle y mucha tele, una "hartá" de tele, más de la que ve ahora mi hijo, y aparentemente no ha tenido consecuencias devastadoras sobre mi personalidad, o sí...¿tú qué crees?

Besos de una niña de barrio.

virgi dijo...

A mí Barrio Sésamo ya me llegó algo tarde, pero me encantaba el monstruo de las galletas.
Besos

Ana Villalobos Carballo dijo...

¡Qué bien lo cuentas, Encarni y qué buenos recuerdos! Tal cuál era, aunque a los niños de ahora si se lo contamos nos miran como si fueramos extraterrestres, jajjaja.

Muchos besos.

Ana

PD. Regreso mañana a Jaén, a ver si me da tiempo llegar.

Fabián Madrid dijo...

¡Qué recuerdos! la calle y casa, ¡Ya han vuelto! y todos a casa, dejando la calle en soledad. Un beso

Sindel Avefénix dijo...

Yo también me quedaba atrapada en mi casa a la hora de Plaza Sésamo, era un programa hermoso, lleno de cosas para aprender que me divertía mucho.
Tu relato me llevo a esos tiempos que viviamos entre amigos e inocencia.
Un besote.

Ana dijo...

Pues sí, qué tiempos, teníamos la edad de creerlo todo, incluso que la luna era un globo que se nos escapó,y a veces quisiera ser niña para verlo todo de colores como esos globos de nuestra infancia.

BESICOS.

Juan Carlos Celorio dijo...

Precioso, Encarni. Veo reflejada esa ilusión de los niños para ver su programa, para seguir luego jugando y comentarlo en grupo. La que yo tuve, la que tuvieron mis hijas, la que tiene mi hijo.
Besos, amiga.

Cristina Piñar dijo...

Erais niños felices con una tele y unos juegos que nada tienen que ver con los de ahora, pero que creo que, sin embargo, eran mucho mejores. Bonitos recuerdos de tu infancia. Un beso.

censurasigloXXI dijo...

Y la cometa blanca...

Esta ventana es....cuadrada!

Y la bruja Avería con los electroduendes...

Un beso, compañera. Me encantó la ternura del relato. Gracias.