CENIZAS DE OLVIDO
Todos alrededor de la chimenea, acercaron las manos y las
palabras en una tarde invernal que rugía
entre las ventanas; fueron abrigándose
en confidencias al calor de la familia.
Hubo risas que vinieron del pasado y sonaron igual que entonces, a pesar
del tiempo. Hasta los silencios se
hicieron cálidos al recordar. Cuando le
tocó el turno al abuelo Tomás, éste todavía permanecía con la mirada
perdida, pero contó que estuvo un año solo y que nadie
fue a verlo. La habitación recogió todas las miradas que se cruzaron inquietas ante
aquella laguna. Tomás continúo
con su monólogo. Dijo, que desde el
abandono había perdido muchos objetos
personales que no encontraba. La abuela
María, algo ofuscada, añadió que se pasaba los
días buscando entre los cajones. Y fue
en ese instante que descubrieron que, el abuelo se iba desvaneciendo en su
memoria.
Más relatos en la casa del olvido de Charo
Gracias Charo, he traído aquí mi mandala de esta convocatoria.
25 comentarios:
Ja soy el primero esta semana y fui el último la pasada. De hecho hoy ya había sentido tu brisa.
Al tema, cuentas ese primer momento de desconcierto que llevará al análisis, al diagnóstico; pero lo que me queda es el sentimiento del pobre abuelo Tomás, tan vivo en tu relato.
Besos.
`Qué tristeza me da leer ésto!
Pobre Tomás con su realidad desfigurada y pobre familia con Tomás desmemoriado. Entre los temas que me asustan uno es este.
Mis saludos Encarna y un placer leerte.
Siempre me pregunto , en estos casos, si sufre más el que olvida o la familia.
Cuando pierdes la memoria pierdes parte de tu vida, lo que se olvida no existe...mi padre también pasaba semanas "solo" y ahora mi madre no recuerda la visita de la tarde de ayer.
¡Por la memoria con minúscula y por la Memoria con mayúscula!
Qué bien contado ese inicio de la desmemoria, qué tremenda la soledad del pobre abuelo Tomás. Gracias por participar. Un beso
Ah, el pobre. Esa soledad obligada es muy triste, amiga.
Un beso y felicidades por el relato. Yo me he liado sola...
Pobre abuelo, la edad no perdona y la desmemoria a veces se impone.
Tierno relato
Un abrazo
Muy real tu relato Encarni. Es un misterio, uno no sabe si la persona se refugia en el olvido porque así lo necesita tal vez.....
El abuelo ya habita otro espacio y tiempo...
Estoy paseando por el planeta juevero y veo que el tema del olvido ha derivado en el caminar por las sombras de la decrepitud, la enfermedad, la melancolía y la tristeza. Realmente, es un tema complicado.
Un beso
Qué injusto es que la vida nos regale más años a cambio de vivirlos olvidando el pasado.
Besos.
Hoy estoy especialmente sensible y me cuelo en este relato como si yo formara parte de ese circulo de manos alrededor de la chimenea... Triste.
Un abrazo
Pobre abuelo! que ingrata es la vida.
simpre lucchano para después recibir este ragalo de la decrepitutd y el olvido. Y les pasa a una gran parte de la población
Me hagustado mucho la forma de plantearlo.
Un fuerte abrazo.
Un tema recurrente esta semana, un tema que apesar del tiempo sigue escociendo. Lo has tocado con mucha dulzura.
Un beso.
Uuuufff!!!
vaya que triste historia y muy real... que cuesta asumir y enfrentar
Un tema que es duro para tratar, pero en tu relato lo haces de manera suave aunque no deja de ser muy triste.
Un beso.
Me ha encantado la primera frase. Haces que incluso el lector se sienta frente a esa hoguera calentándose las manos con el resto de personas. Te felicito por el buen relato. Un saludo.
Describes muy bien el sentir de los que están sentados a la hoguera y la soledad del abuelo en su mundo del olvido.
Un buen texto, que transmite con nitidez esa lamentable y temida situación. Una realidad que se prodiga sin poder evitarlo en nuestro entorno.
Besos
Vaya, me emocioné... es que eso lo viví yo con mi abuela. Es así tal como lo cuentas, real... Yo era muy niña y ella me hizo su cómplice, se hizo niña y desvergonzada y yo, a veces estupefacta.
Viví el recuerdo del olvido... muy bueno, Encarni.
Besos!!
El problema de la perdida de memoria es que nos deja sin pasado, sin presente y por supuesto sin futuro, nos desvinculamos del espacio y del tiempo. Muy triste. Un beso
Reconozco ese momento en el que el miedo está presente en cada miembro de la familia, sin compartir aún, quizá debido al miedo que da enfrentarse a esta desoladora realidad...
Tan real como la vida misma.
Dicho de tu modo, se hace más llevadero, aunque ese final tan temido es lo que realmente nos ha preocupado y mucho al grupo juevero en esta reunión.
Un fuerte abrazo y besos!!!
querido abuelo Tomás, que entristece, duele y ofusca, pero que dan ganas de abrazar, tan bien lo describes: " La habitación recogió todas las miradas que se cruzaron inquietas ante aquella laguna." casi siempre, es así la "primera vez" de esa tristeza.
abrazos
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