Fotografía: E. Fernández
El tiempo abarca la vida, toda
entera a nuestro alrededor, haciendo círculos como pompas, o repetidas ondas en una charca, y dentro, arrastra los minutos que cuentan nuestros pasos, y las horas que giran como días, midiendo todo el espacio; el
que viene de atrás y nos alcanza, y el que caminaremos en un futuro inmediato y
se pone a nuestros pies.
El reloj nos pasa página, escribe sobre reglones vivos,
deja márgenes a ambos lados, calcula la
distancia entre los años, los meses, los días, los momentos que a veces son
recuerdos que flotan y ya no tienen tiempo porque vienen y van, viajeros sin maleta, que se instalan libres y sin
permiso.
15 comentarios:
Buena reflexión.
El tiempo viene a marcarnos la ilusión que resulta ser nuestra vida. Tan efímera frente a la eternidad como infinita en referencia a nuestros segundos de felicidad.
El tiempo... siempre presente y constante. Los mortales somos pasajeros en tránsito, leí una vez, y ciertamente eso somos. Escribir sobre renglones vivos... me ha gustado mucho esa expresión.
Reflexiva entrada divinamente expresada.
Besos!
Gaby*
Buen fin de semana!
Asi se intala este tiempo,libre y sin permiso !y que rápido se me está pasando!.
Todo en clave poética, Encarni.
Un abrazo.
Somos esclavos del tiempo... yo en cuanto tengo vacaciones me quito el reloj, no soporto vivir pendiente del tiempo, de las horas...
Qué bonitos renglones vivos y que no sean torcidos!
Muchos besos!
El tiempo puede parecer implacable, por algo Cronos, la personificación den los mitos griegos, era tan desagradable. Puede parecer implacable, al no detenerse en un instante, así lo plantea el tema Instante de No lo soporto, grupo que tal vez sea mi obsesión.
Pero no existiría la música sin el tiempo.
A tempo... un elemento que siempre ha faltado en mi vida, todo lo he hecho tarde o pronto, socialmente hablando. Es curioso como el tiempo social y el personal son tan dispares, no?
Besito y cafelito.
Tempus fugit, el tiempo se nos escapa. Aunque pienso que el tiempo permanece inalterable, no es el tiempo el que se va, sino nuestra existencia en él. Por esa finitud nuestra es por lo que deberíamos aprovechar todos y cada uno de los momentos que nos son dados.
Un fuerte abrazo.
Las medidas tan condicionadas por el peso de las mismas, que cierto es lo que dice, liviano a veces y esquivo, huidizo o pesado en otras...
Una vida vivida..
Besos
Que idiota fue el hombre inventando el tiempo, maldito reloj...
Ay, Encarni, entre el tiempo que no tenemos, el que se nos pasa sin darnos cuenta y el que se nos escapa de las manos intentando inútilmente retenerlo, no sé si hay que considerarlo un aliado o un destacado enemigo. Yo, según me pille.
Besicos.
El tiempo, ese señor que se empeña en ir tan deprisa...o por lo menos cuando se tiene una edad se nota más.
Un beso
Tal vez, desde siempre nos ha gustado controlar y medir todo lo que hay a nuestro alrededor, de ahí que el tiempo, la duración de las cosas, la edad y las épocas en las que hemos y vivimos no hayan escapado de ese registro... tal vez...
un abrazo Encarni :))
ps: lo pasaréis muy bien en Jaén.
El tiempo, hecho de ayeres y mañanas que no existen. Por eso hay que beberse, atragantarse, disfrutar sin medida los ahoras antes de que se conviertan en nada.
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