lunes, 9 de enero de 2012

Aurora y Zoko -Conversación virtual-

Dibujos del agua
Foto: E. Fernández.

Esta historia que paso a compartir se escribió en noviembre de 2008 en el Foro de Diario Sur. Ésta es la comunicación entre Aurora (yo misma) y Zoko, un señor que solía escribir en dicho diario, con el que tuve la oportunidad de colaborar en algunos escritos como éste.

AURORA

A cada hombre le tendríamos que hablar en una lengua distinta A cada amigo le tendríamos que hablar con una voz distinta Para que nos pudiesen comprender, Pero la lengua personal es tan fiel a sí misma, Tan incomunicable Que las palabras son como ataúdes Y sólo llevan de hombre a hombre Su andamio agonizante Su remanente de silencio Y su estertor…
(La Cicatriz) Luis Rosales



La otra tarde, mientras buscaba entre mis libros algo que leer, me tope con este poema que me hizo sentarme y continuar leyendo hasta el final. Tuve que leerlo varias veces para reconocerme, para recoger todas las palabras y sentarme con ellas, fue un momento en el que estábamos ellas y yo, ellas hablándome en silencio y yo escuchando en voz alta. En ese momento podía comprender, y no precisamente porque utilizara un lenguaje distinto para ello, este lenguaje era suficiente, pero no siempre es así en la comunicación con las personas, deberíamos tener voces diferentes para cada persona, palabras que nos vistiesen para cada amigo o cada amiga que se cruzase en nuestro camino, incluso para la gente que nunca se llegará a conocer del todo deberíamos tener un abanico de palabras y abrirlo cuando fuese necesario, pero esto es casi imposible, nos movemos en
un círculo imperfecto de intuición, y dentro de él comenzamos a construir nuestros andamios, o nuestros puentes que elevamos hacia las otras orillas, y unas veces llegan y otras no. En otras ocasiones, ocurre que tenemos diferentes voces dentro de nosotros mismos, lo que dificulta aún más si cabe la comunicación con otras personas, que a su vez pueden tener sus propias voces interiores.



En otro poema dice Rosales:
…Cuando dices: nunca, cuando dices: bueno, estás contando tu historia sin saberlo.


ZOKO

En los albores de nuestra civilización y sobre todo en Grecia, los preclaros filósofos, que tanto se admiraban (y admiraron) en su progreso del conocimiento, que investigaron las causas y efectos de los fenómenos que aparecían ante sus ojos y transmitieron al mundo conocido de entonces todo su bagaje cultural y humanístico, perpetuado a través de generaciones hasta llegar a nuestros días, sin embargo y aun pareciendo imposible, descartaron el aprender (en puro acto de soberbia) las lenguas de los países de su entorno por considerarlas como los trinos de los pájaros: asilvestradas e incomprensibles. Fuera de su mayéutica, la razón discursiva o la geometría, no había lugar para acomodar el sentimento y la musicalidad de unos signos extraños, unos trazos bárbaros...Mas, si la vida (o “movimiento”), según Platón, era movida por el amor, que debía ser universal, ¿por qué desdeñar sonidos diferentes, con su armonía, sus registros o sus exabruptos...? ¡Ah, esa eterna “contradictio in adjecto”!...

A lo largo de mi vida escuché muchas canciones infantiles en diferentes idiomas y hubo una, en francés, que entonaban las niñas cuando jugaban durante el recreo, cuyo título era “le poisson et l’oiseau”, el pez y el pájaro, ambos conscientes de la imposibilidad de su amor por vivir en diferentes medios y que no obstante sabían suplir con la magia agridulce de la comunicación visual, los gorjeos, las piruetas en el agua...No hay nada que sea tan inextricable cuando se habla con el alma.



Alguna vez dediqué esta poesía. Con tu permiso, va para ti

EL ALMA TENIAS... Pedro de Salinas El alma tenías tan clara y abierta que yo nunca pude entrarme en tu alma. Busqué los atajos angostos, los pasos altos y difíciles... A tu alma se iba por caminos anchos. Preparé alta escala -soñaba altos muros guardándote el alma- pero el alma tuya estaba sin guarda de tapial ni cerca. Te busqué la puerta estrecha del alma, pero no tenía, de franca que era, entradas tu alma... ¿En dónde empezaba? ¿Acababa, en dónde? Me quedé por siempre sentado en las vagas lindes de tu alma.


AURORA

...ambos conscientes de la imposibilidad de su amor por vivir en diferentes medios y que no obstante sabían suplir con la magia agridulce de la comunicación visual, los gorjeos, las piruetas en el agua...”


El año pasado trajo mi hija un cuento del colegio que trataba de una tortuga que quería ser amiga de una mariposa, la tortuga quería ser ligera como el viento y la mariposa deseaba tener un hogar, después que haberse observado mutuamente, la mariposa se posó en el caparazón de la tortuga y le habló de sus sueños, a partir de ahí se hicieron amigas, la mariposa le contaba lo que veía en sus vuelos y a cambio la tortuga le dejaría posarse en su caparazón. Existe esa edad en la que la magia puede suplir cualquier contrariedad, la vida es un cuento de cosas tan frágiles como el aleteo de una mariposa, la pureza de la infancia tiene el poder de convertir en magia todo cuanto ve, toca o sueña, entonces el alma permanece limpio, hasta que la vida poco a poco va entrando a formar parte del propio crecimiento y la magia se va quedando en los libros y en el alma se guarda lo que fue la magia, para dar paso a otras ilusiones, a otras estaciones que encuentre la magia perdida.

La semana pasada mi hija me preguntó de dónde nacían los sentimientos, y yo le contesté que venían del corazón, y ella me dijo que tenía el corazón roto porque su canario se había muerto -mira mamá escucha mi corazón... no tenía consuelo y estuvo llorando mucho rato recordando lo contento que se ponía su parajito cuando le dábamos de comer manzana, pepino, migas de pan o lechuga.

Entonces no quise decirle que los sentimientos venían del alma porque no sabría explicarle qué era el alma porque no tenía palabras, sólo podía imaginar el mar en calma cuando las olas parecen acariciar la orilla, y recordar las veces que mi alma estuvo allí, en la orilla, vigilando las olas que llegaban con el tiempo y no todas llegaban con caricias, el mar tiene su propio criterio, pero me enseñó el lenguaje de las brisas, sobre todo aquellas que llegan cálidas , vestidas de poesía, aquellas que intentan rozar el alma y quieren abrigar el corazón.

Gracias por tus palabras y por el poema.

10 comentarios:

Eastriver dijo...

Glups, mejor que los poemas lo sintetiza ese último párrafo. En que uno aprende el lenguaje de las brisas cálidas... ¿No es Rosales el de la Casa encendida? ¿O ese era Vivancos?

A Rosales y Vivancos, como siempre iban juntos, acabaron por llamarlos Rosancos y Vivales, jiji. Confundo a veces sus obras, y también la del otro, el Panero padre, que tiene también cosas muy bonitas. Un abrazo.

Mariluz GH dijo...

Tu hija tiene una buena maestra al lado. Y ese diálogo es sencillamente encantador. Mi mar también trae brisas que abrigan el corazón.

Abrazos :)

Anónimo dijo...

Oh...ese poema de Salinas es "ese poema". Todos nos hemos quedado a veces en las vastas lindes del alma de alguien. Un beso, Encarni

emejota dijo...

Me gustaría saber escribir poesía, pero no puede ser, he de conformarme y disfrutar la que se nos ofrece. Tu hija ya ha iniciado "la andadura". Bs.

felicitat dijo...

Qué preciosidad de poemas. No conocía! gracias por traerlo. La verdad es que el lenguaje es muy importante en nuestras vidas, aunque no hay que olvidar ese lenguaje no verbal y mundial que tan solo con la mirada habla, con un gesto. Tu hija lo demuestra, ese cariño con el canario y en cambio el canario nunca le habló. El corazón habla, el alma aprende. Besos Encarni ;)

José Vte. dijo...

Que dificil es hablarle a los niños en ocasiones de determinados temas, quisiéramos contarles pero dudamos ante si seremos comprendidos. A veces nos llevamos sorpresas.
Gran diálogo poético el que mantuvísteis.

Un abrazo

San dijo...

Una niña con suerte teniendo una mamá que busca bonitas palabras para explicar, para enseñar.
Un dialogo hermoso Encarni.
Un abrazo.

FAYNA dijo...

Claro que sabrías explicarle qué era el alma. Tú si que sabrías. Creo que cuando abrigas el corazón es como cuando tocas el alma de puntillas.

Lo sutil que me resultan siempre tus palabras no tiene precio.

Un abrazo.

Utopazzo dijo...

Encarni, yo le diría a Carla que el alma se encuentra, en lo más profundo de nuestro cerebro; ésta es tan amplia, como el infinito, como el universo que nos contiene. El cerebro humano, es tan enigmático, como ese mismo universo: ambos son infinitos.

Un abrazo.

Ana dijo...

Y...,continúo el comentario de Utopazzo, se crea y transforma de forma constante ya que unos sentimientos generan otros nuevos, como el pensamiento produce otros pensamientos, y ambos, cuantos más se alimentan, mas crecen.

Buena entrada, ¡me encanta Salinas!