EN EL MARCO DE ESPERA
Desde su
ventana, la misma que observa a la hora de las comidas, como en un cuadro que sólo ella ha comprado ,
ve las estaciones pasar en ese árbol al que le crecen las ramas para poder tocarla, porque ella vive mirando hacia afuera. Y a
través del cristal sueña con ser un pajarillo
y no una mujer discapacitada, hundida en
una silla de ruedas. A ratos, vuela
entre los ramales y escapa por ese marco
de luz lejos de la residencia, y sueña, porque en realidad toda su vida se ha
sentido como un caracol que arrastra una
roca, y en sus pensamientos gira la noria de sus años allí metida. Nadie la
visita desde hace tiempo, y deambula por
los pasillos recordando a la
familia. Entonces, viaja hasta el otro
lugar que ha adquirido sin remisión y a fuerza de constancia, se coloca frente al teléfono esperando que
su madre la llame, como si aquel cable rizado fuera una extensión del cordón
umbilical.
Más llamadas teléfonicas en la cabina de María José
32 comentarios:
Precioso y triste a la vez. Huele a otoño.Ese cable a veces parece eso, el cordón que nos une a los otros.
Un abrazo guapa.
Me ha gustado tu relato, aunque me ha entristecido.
Soy voluntaria en una residencia de ancianos y veo cada día la tristeza de aquel que espera una visita que nunca llega.
Un beso
Tan real como la vida misma. A veces, si nos parásemos a valorar lo que se agradece una pequeña atención nuestra hacia los demás, sin duda, seriamos más generosos.
Me ha encantado leerte.
Un abrazo.
Lupe
Qué importante es la comunicación cuando uno se siente solo, ¿verdad? Y la felicidad que puede aportar un simple gesto, como el de realizar llamada de teléfono de vez en cuando...
Un relato que cala hondo, Encarni.
Besos.
Muy bueno. Todos somos un poco así, presos en algo, y también dependientes en otras cosas. Me gusta la posición desde la que está escrito: nadie es mejor, y todos en realidad somos iguales.
Me ha gustado mucho.
1. Esa idea de verse como caracol, magnífica.
2. Esa visión del cable como cordón umbilical (que necesitaría, del que carece).
3. La vida mirando hacia afuera.
Escribí, cuando el tema era el Cine algo que en el fondo de la idea es semejante.
Besos, Encarni, me encantaría verte en Navalcarnero.
Con muy pocas palabras has conseguido dejarnos angustiados ante esa interminable y dramática espera...cuánta tristeza en esa vida de abandonados!
=(
me has hecho pensar en la soledad, y el encierro que vivió Giacomo Leopardi. De hecho mencionas aves, y en su poema a un gorrión, a la luna, les cuenta de su profunda desesperación ante la ausencia de libertad.
Ojalá ese teléfono suene. Que sea quien sea le devuelva un rayito de sol a su vida.
Ver las estaciones pasar en ese árbol....ya no no hacemos a la idea de cuánta soledad siente, la peor de todas, sentirte olvidada por tu madre.
Me ha encantado la narración.
Un beso.
Se cortó el cordón umbilical con el entorno, queda a la espera...tantas como ella que estremece el pensarlo.
Bello pero triste, real.
Precioso y muy triste. Lo que no te venga a visitar nadie es muy triste, y que va a hacer la pobre mujer, agarrarse a su madre; que aunque no está siempre esperará su llamada.
Un abrazo
Como un cordón umbilical... Sí una buena imagen de la comunicación.
Poético, melancólico y triste.
También real.
un fuerte abrazo
tu relato nos hace ver la vida tal como es.
saludos.
m.i.
Has sabido impregnar a tu relato el punto exacto de tristeza u melancolia, que la hacia falta. Te ha salido redondo. TE felicito.
UN beso.
Cuántas personas hay solas y cuántas que no tienen nada que hacer pero prefieren quedarse amuermados en el sofá, antes que visitar o enfrentarse a aquello que no les gusta...
UN beso y un café. Bravo por el relato.
Como me ha gustado Encarni, que relato mas tristemente poético. Me ha encantado esa frase "porque en realidad toda su vida se ha sentido como un caracol que arrastra una roca".
Hay mucha realidad en esa frase, sin duda viene dicha por quien entiende su significado.
Un abrazo
Muy buen texto, triste pero cariñosamente escrito. Felicidades. Un beso
El peso que cargamos, esperando que alguien nos ayude a llevarlo.
Triste, pero así somos.
Un beso, Encarni.
Que triste es la soledad y el olvido, que triste esperar un ring que te devuelva la alegría y un poquito de esperanza. Pero su madre seguro que la llamó, eso sin duda.
Un abrazo gordo.
Mientras hay vuelo, hay esperanza. El árbol con sus ramas, el pájaro con su presencia, son referentes de una realidad asumida a pesar de la silla de ruedas.
El cordón pertenece a la rendición necesaria para no enloquecer.
Y vuelta a empezar...
Besos
Alfredo
Que tristeza hay en esta espera, donde el cordón se hace cable y el teléfono mudo de soledad.
Precioso.
Un abrazo.
Qué triste, tanta soledad y espera. Y esa frase del cordón umbilical es devastadora.
Excelente y melancólico relato.
Un abrazo.
aaayyyysss !!!
que tristeza y que soledad aquella
me ha impresionado EXCELENTE RELATO
Tan bonito como triste. Me has tocado la fibra. Muy bueno.
Un beso
encarmi, no me queda más remedio que comenzar mi comentario haciendo una de mis expresiones: PERO SERÁS CABRONA, MIRA QUE DEJAR UNA ÚLTIMA FRASE ASÍ:"como si aquel cable rizado fuera una extensión del cordón umbilical."...Y ES QUE POR ESTA SOLA FRASE, AMÉN DEL CONTEXTO, CLARO ESTÁ, PUEDO DECIR ESA EXPRESIÓN DE ADMIRACIÓN DE ARRIBA...
MEDIO BESO.
Extensión de un cordón umbilical que sin embargo para ella está seco, pues al otro lado del cable rizado nadie, absolutamente nadie, se acuerda de ella. Son más reales y próximos ese árbol que le acerca sus ramas y esos pájaros que le ofrecen sus trinos. Triste, lamentable y una bofetada en la conciencia (si es que existe), de una sociedad inhumana que trata de esa forma a sus ancianos componentes.
Me ha gustado mucho tu relato, Encarni.
Un fuerte abrazo.
la extensión del cordón umbilical... que comparación tan buena! me deja pensando en que venimos a este mundo con tanto que "mamar" o aprender... buen relato juevero! un abrazo!
Me ha gustado ¡y mucho!.
Nuevamente cruzamos nuestros caminos y me alegro.
Un abrazote.
"Una extension del cordon umbilical....!
Que preciosidad linea a linea, y que carga de soledad tan facil de remediar con tan solo una llamada.
Un beso
Emotivo relato, Encarni.
Así es, si la movilidad redude tu autonomía, una de las pocas cosas que queda es el telefóno...y la televisión para olvidarte del mundo que fuera sigue su curso sin ti.
Un beso.
Triste espera. Triste relato, aunque como siempre lleno de matices y reflexiones.
Un beso
Un relato precioso a la vez que triste. Me da mucha penilla los ancianos que están en las residencias y se sienten solos. Me gusta como has tratado el tema. Un beso.
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