domingo, 13 de marzo de 2011

3ª y 4ª FASE

3ª FASE

María y Lipio arrastraban caras de auténtico cansancio, además de las pancartas.

Lipio abandonó aquella madeja de tela pintada enrollada sobre el suelo y María hace otro tanto de lo mismo.

-Creo que deberíamos dejarlo ya. ¿No crees? – preguntó Lipio.

-No, no, imposible. Costó mucho tiempo, esfuerzo y paciencia para poner de acuerdo a las mujeres y conseguir esta huelga. Una vez que hemos llegado hasta aquí, superando la etapa difícil de los insultos, las agresiones, el mal estar, por todo eso, debemos seguir. La ley estuvo de nuestra parte, está de nuestra parte.

El hombre movió la cabeza afirmativamente.

-Hubo un momento que creí que nos hundíamos, sobre todo en aquella etapa en la que muchas mujeres desistieron y quisieron volver a sus casas. Fue un tema difícil, pero no las juzgo. Hubo que convencerlas y nos llevó tiempo. Querían volver. –María se siente abatida y se sienta en el sofá- querían volver por que tenían miedo. El miedo es el baremo con el que se controla a la gente, el miedo ha benefiado al hombre. Por miedo se han sometido pueblos enteros. Llevamos el miedo en el cuerpo, tenemos miedo a la violencia, miedo a lo desconocido, a lo diferente, miedo al futuro, a lo que no podemos controlar, con miedo nos han enseñado. Y hemos aprendido a vivir con el miedo y a ser fuertes a pesar de todo.

- Una manera de enfrentar el miedo-intervino Lipio- es luchando con las misma armas. Imitando a María y se sentó en el otro sillón-Yo siempre he dicho que para una verdadera igualdad entre hombres y mujeres hay que utilizar las mismas estrategias, aplastando a los hombres en el mismo campo. Raro es que yo diga esto pero es así.

-Me resulta contradictorio viniendo de ti. A ver si he entendido bien. ¿Dices qué para que exista igualdad total, la mujer debe echarle un pulso al hombre?

Lipio quedó callado frente al peso de la pregunta.

-¿Utilizando la violencia, la competitividad, el egoísmo, la avaricia, la envidia, el odio, la destrucción?

-Si. Piensa un poco, eso está en cualquier persona, sea hombre o mujer. El bien y el mal están en todas las personas.

- Sí, vale, no te voy a discutir eso. Aunque creo que el porcentaje seria distinto. A nosotras nos han educado con otros valores, otra visión de las cosas, de la vida, de todo. No nos sirve quitar a un hombre y colocar a una mujer y que todo siga igual.

-¿Porqué?

-Pues… No sé como explicarte. Si una empresaria prefiere contratar a hombres en vez de a mujeres porque no se pueden permitir la maternidad de sus trabajadoras, ¿ha contribuido en algo qué esa señora esté en ese lugar? Pues no. ¿Ha aportado algo de su propia experiencia como mujer?

- Yo creo que es cuestión de tiempo.

-¿De qué tiempo estamos hablando? Porque podríamos hablar también de los horarios establecidos y de la incompatibilidad de los horarios laborales con respecto a los escolares y de otro tipo de horarios que dificultad la conciliación familiar y laboral.

- María, este tipo de cosas está cambiando. Desde que comenzó esta huelga, los puntos de vista están cambiando.

-Lipio eres, eres un hombre.

-Vaya ¿te has dado cuenta ahora o lo has deducido tú solita?

-No hombre, me resulta incompresible que estés en este bando, siendo tú, un hombre.

-¿Pero hay que ser mujer para estar aquí?

- No, no. Aquí no sobra nadie. Ni hombres ni mujeres, ni nadie es mejor que nadie, somos complementarios. Nuestro punto de vista es distinto, lo que pasa es que nunca nos preguntaron y a veces no hemos podido responder. Asi de sencillo.

4.ª FASE

María humedecía su pincel y embadurnaba su nuevo lienzo, mientras sopesaba los tres meses de duración de las movilizaciones. Habían conseguido cuestionar algunas cosas que parecían establecidas, le habían dado la vuelta a muchas situaciones y lo más importante, estaban haciendo historia. Su marido llegó algo cansado, entrando la compra del supermercado y comentándole los preparativos del almuerzo. A María se le dibujó una leve sonrisa; se acordó de una entrevista que leyó tiempo atrás en el periódico, de una famosa científica, en la que afirmaba que lo único que le diferenciaba de sus compañeros de ciencia era que ellos nunca tenían que pensar en la comida para el día siguiente. Pensó que si sólo hubiese servido la huelga para que la mayoría de las mujeres no tuviesen que pensar en esa actividad habría valido la pena.

-¿Qué pintas ahora, María? – Preguntó invadiendo la habitación.- Me es familiar.

-Un eclipse…

-¡Ah! – Sonó casi como un balido- ¿Un nuevo eclipse? ¿Estas plasmando tu próxima fechoría? Pues vas a tener que sentarte a esperar, porque el próximo eclipse anular será dentro de 23 años, por el año 2028. Lloverá mucho para entonces.

-Vaya, parece que sabes a que me refiero.

- He tenido tres meses para comprobarlo. ¿Se os ha quedado algo en el tintero? ¿Habéis olvidado “sembrar” algo?

- Pues si.- La mujer abandonó el pincel y se dirigió hacia su marido- Hace… déjame ver… hace falta sembrar en África, en la India, en Latinoamérica, hace falta crear otros tantos eclipses en otros tantos países…

Marcos intentaba disimular la sonrisa irónica que ha surgido encendiendo un cigarrillo. La primera bocanada de humo le provoca tos.

-La historia ya no es lo que era.- dijo reponiéndose- ¿Sabias qué en el siglo XVI cuando se producía este fenómeno de eclipse anular se pensaba que el Sol se enamoraba de la Luna y se encontraban para dar a luz a millones de estrellas? La vida era más sencilla antes.

- ¡Qué historia! – exclamó María girándose hasta darle la espalda a su marido. Recogió de nuevo el pincel y continuó mezclando el color azul con el rojo.- Para mi este eclipse representa la armonía, pensarás que es literario, alejado de la realidad, pero… nos atrevemos a soñar, a despertar y a caminar sobre la tierra, y lo que creíamos sueños se ha convertido en metas. Es justo pensar que todo lo conseguido pueda ser el espejo de otros países, otras culturas, realizándose de forma sencilla; tan simple como que este eclipse lo pintemos los dos, tan simple como que el equilibrio de la balanza comience aquí. Ven, toma, coge este pincel.

-Pero María, si en mi vida habré pintado cuatro muñecos con tres pelos cada uno.

-Venga, este pincel es sólo un soporte para expresarte, te lo ofrezco para que desde el interior tengas una visión objetiva de lo que significa pintar, porque pintar significa crear y para crear hacen falta herramientas, sólo te pido que intentes utilizarlas para hacer cambiar las cosas, para que juntos cambiemos las cosas. Hoy será aquí, pero mañana podría ser en otra parte.

miércoles, 9 de marzo de 2011

2ª FASE


La huelga transcurría en sus primeros diez días; en los cuales se trataba de constituir cooperativas de organización, cuidados y limpieza formadas por mujeres. Marcos un tanto arrugado física y emocionalmente decide que debe tener una conversación con María, su esposa. Una larga y seria conversación. Llegó a su casa, subió dos tramos de escaleras y caminó hasta la habitación del fondo; la cual servía de trastero, ahora ocupada por su mujer. Antes de entrar, se imaginó a María envuelta en una bata blanca manchada de colores, con el pincel entre sus manos. En la última semana, después de sus reuniones y concentraciones, se encerraba en su habitación y evitaba comunicarse con él. Pero hoy hablaría con ella. Empujó la puerta, expulsó un saludo áspero y seco. Su esposa le recibió con indiferencia y continuó con su labor.

-¿Qué es lo que estas pintando desde hace días?

- Algo que necesitaba pintar hacia tiempo –le confesó abiertamente - Mi libertad.

El hombre se acercó al lienzo, frunció el entrecejo y dijo:

- Yo sólo veo colores, colores apelmazados, uno sobre otro. Yo no entiendo de arte pero...

- ¿Pero? ¿Pero qué? –Abandonó el pincel y retiró con un paño restos de pintura de su mano izquierda- Es mi libertad la que trato de plasmar y la libertad es algo privado, intimo diría yo, es algo que se siente, que se vive, que se ve. Es complicado definir la libertad con palabras, que tengo que buscar un ejemplo –miró hacia el suelo y dio un par de pasos hacia delante- un ejemplo que nos sirva a los dos. Mira, me siento libre porque dispongo de todo este tiempo para mí, para crear mi existencia, para pintar esta libertad que empieza conmigo, desde aquí, desde dentro. Porque este espacio me pertenece y nadie lo puede alterar. Nadie nos enseñó a tener tiempo, a gastarlo en soledad o en compañía, pero gastarlo siendo dueñas de nuestro tiempo. Alguien puso en marcha el reloj; desde entonces somos esclavas de los minutos, de los segundos. El tiempo nos atrapa y hay tanto que hacer. Existe un horario para cada cosa, cada cosa sus minutos, vas de acá para allá y luego cuando te quedas sola, no sabes que hacer con el tiempo, entonces queda un enorme espacio que se convierte en vacío. Yo trato de llenar ese vacío, esta vida que es la mía y construirme de tiempo, y salir de la nada, y pintar esta libertad con todos los colores que por otra parte serán la llave que abra puertas y ventanas que miren hacia fuera.

Marcos juntó las manos como si rezará y se las llevó a los labios.

- ¿Has visto cómo llevo la ropa María? – junta los pies y ahora separa ambas manos deslizándolas por el cuerpo – Tú perdiendo el tiempo con... con chorradas y yo abandonado como un perro. Llevas diez días sin hacer nada, ¡nada!. Sería mejor decir que no hacéis nada. Ir al supermercado se ha convertido en un acto de supervivencia, no hay ninguna mujer, no sé como os las arregláis, pero no hay ninguna. Las latas de comida es lo primero que se agota, después los precocinados y por ultimo los congelados. Ayer estuve peleándome con otro tío por una lata de fabada, la ultima que quedaba, tu sabes que odio la fa-ba-da y era lo único para comer ese día. –Ahora Marcos pasea nervioso de un lado a otro- Las conversaciones han dejado de ser meras narraciones catastróficas. A un compañero que se le inunda la casa a causa del lavavajillas, otro no acude a trabajo a su hora por que no tiene con quien dejar a los hijos, el vecino de enfrente tuvo que quedarse en el hospital con su padre. ¡El fútbol! ¡El fútbol apenas se puede ver! Porque siempre hay algo que hacer. Esta huelga irracional debe terminar ya.

María abandonó su pincel, miró fijamente a Marcos y le preguntó si sabia lo que era la plusvalía afectiva. A lo que Marcos puso cara de circunstancias.

- Pues mira, te lo voy a explicar. ¿Qué es el afecto si no una manifestación del amor? La ecuación en bien sencilla, por amor cuido a mis hijos, por amor cuido a mis enfermos, por amor cuido a mi marido, por amor cuido a mis padres, por amor cuido mi casa y todo lo que hay dentro. Eso es la plusvalía afectiva, cariño.

- Como debe ser. Ha sido así y seguirá siendo así.

Ahora es María la que camina alrededor de su esposo.

-Cuando era niña, tenía un amigo con el que jugaba con frecuencia. Un día, le pregunté si a él, le gustaría ser una chica, y él me contestó que no, porque las chicas trabajan más: tienen que cocinar, limpiar, fregar, lavar, tener niños y todas esas cosas que las mujeres “deben” hacer. Teníamos 6 años y él tenía muy claro que nunca haría ese trabajo. Desde entonces me pregunto ¿quién decidió nuestras obligaciones?

Marcos intentó esquivar la pregunta, dando afirmaciones algo arcaicas como que la naturaleza dotó a las mujeres de cualidades propias del género femenino Después sacó un pitillo y se marcho, dejando un rastro de humo. María cogió su pincel y algo distraída continuó pintando.

lunes, 7 de marzo de 2011

ECLIPSE EN CUATRO FASE (1ª FASE)



Marcos dormía en el sofá mugriento del salón. Un revoltijo de ropa compartía suelo con algunas revistas, latas vacías y restos de comida. Desde la calle se acercaba un bullicio de voces femeninas que terminaron por despertarle de la siesta. Se asomó a la ventana y farfulló algunas palabras, maldiciendo el ruido que manifestaban aquel grupo de mujeres que gritaban.

Llamaron a la puerta. Marcos se precipitó a abrir como quien carga un arma y apunta en el blanco.

- ¡Ah! Eres tú. Pasa, pasa –dijo tropezando con una lata de cerveza vacia.

Lipio entro con un periódico bajo el brazo. Sin apenas mediar palabra oteó sobre todos los rincones de la casa.

- ¿Buscas algo? – preguntó Marcos mientras intentaba encontrar entre el barullo de la mesa un paquete de tabaco y encenderse un cigarrillo.

- No. No. Compruebo que lamentablemente, tu casa está igual que la mía ¡hecha unos zorros!.

- ¡Dirás, como todas las casas de esta ciudad! – exclamó inundando de humo la sala.- Desde que las mujeres han decidido hacer huelga, los hogares parecen que han sido abducidos.

El amigo intenta acomodarse en el sofá retirando unos calzoncillos con la punta de los dedos, abandonándolos a su suerte.

- Esto me huele en la nariz que va en serio.

Marcos aun de pie, vuelve con otra bocanada de humo y se sienta junto a Lipio, al que mira por el rabillo del ojo.

- ¡Esto no va a durar!

Lipio discrepaba en sus afirmaciones. Parecía que esa tarde le buscaba las cosquillas. Para colmo, se le ocurrió preguntarle qué era para él una mujer. Vaya pregunta.

- ¿Una mujer?, una mujer es la sombra que camina detrás de nosotros, siempre ha sido así.

Su amigo, volvió a contradecirle. Le dijo que: su definición de la mujer era un estereotipo. Marcos visiblemente agitado, aplastó el cigarrillo en el cenicero atestado de colillas y ceniza. Luego, se dirigió a la ventana dándole la espalda.

- Tu definición de las mujeres - continuaba Lipio - es vulgar, primitiva, políticamente incorrecta... y bueno... hemos hecho de ellas meros objetos de uso cotidiano.

Marcos se volvió encrespado y, le recordó que su estado civil de incipiente soltería le inhabilitaba para opinar. Su amigo le respondió con una sonrisa y dispuesto a contestar fue interrumpido por una absurda afirmación.

- Las mujeres son seres incompletos – espetó rudamente.

- Si alguien está incompleto en este mundo somos los hombres. Nos han educado para depender siempre de una mujer; llámese madre, esposa, hermana o hija. Creo que vinieron a este mundo con un contrato que nunca firmaron y con letra muy pequeña.

Continuaron discutiendo un rato más. Lipio viéndose en desventaja, ante la ira de Marcos, le invitó a que leyera una entrevista con la líder del movimiento “3 de octubre de 2005” que publicaba el periódico. Marcos se negó en rotundo. Entonces su amigo comenzó a leer:

“ ¿Cree que ha sido necesaria esta movilización? ¿Llevar una huelga a cada uno de los hogares?

- Por supuesto. Era el paso hacia la verdadera conciencia. Había que cuestionar el sistema y el reparto tradicional de los papeles del hombre y de la mujer. Aunque se había avanzado mucho, no era suficiente, había que empezar barriendo nuestra propia casa en sentido literal.

- ¿Hasta cuándo se propone continuar con esta huelga doméstica?

- No tenemos tiempo definido, pero sí unos objetivos a conseguir.

- Una ultima pregunta ¿Porqué llaman a su movimiento 3 de octubre de 2005?

- Cómo sabrá el día 3 de octubre hubo un encuentro perfectamente alineado entre la luna, el sol y la tierra que produjo un eclipse anular del sol. Nuestro movimiento pretende una perfecta alineación del hombre, de la mujer y del sistema. De ahí nuestro nombre. Es una metáfora.”

-¡Pretenciosas! ¡Estas mujeres son unas pretenciosas! – Exclamó Marcos conminando a tirar el periódico a la basura – Si miramos la historia, los griegos construyeron su civilización a costa de los esclavos. A eso se le llamaba orden social.

Lipio negaba con la cabeza...

- Esos esclavos se revelaron un día y el mundo cambió. No fue de un día para otro, pero fue el principio de todo, como ahora.

- ¿Pero qué dices?¡Vete! ¡Vete de aquí! ¡Ahora mismo! – se dirigió furioso hacia la puerta, la abrió y sacó a su amigo a empellones. Detrás de la puerta seguía farfullando y maldiciendo. No podía permitir que un hombre defendiera aquella causa y volvió al sofá a emborracharse de humo con un nuevo cigarrillo.