Montaje: E. Fernández
A LA ATENCIÓN DE COSMETICA BIOTINA S.A.
Paseo de las cebras, s/n
28100 Madrid.
Estimado/ señor/es:
Hasta ayer había sido un calvo a tiempo parcial, un calvo con sus parcelas baldías- todo hay que decirlo- pero que todavía asomaban algunos cabellos por mi cabeza y tenía la esperanza de no ser un calvo a tiempo completo.
Una mañana al salir de casa vi que enfrente habían puesto un enorme anuncio en el cual un joven risueño con una hermosa cabellera decía: Tu pelo te quiere. Y me puse triste triste, pues mi pelo cada día se quedaba junto al peine, así un día y otro, y otro, y otro… No sabe usted los celos que puede uno cogerle a un peine en esas circunstancias. No, estimado señor, mi pelo no me quería, mi pelo me abandonaba como el desodorante de mala calidad, mi pelo se marchitaba como el trigo sin regar, se caía sobre los hombros como la caspa, se separaban de mi cabeza como un divorcio irreversible, me iba quedando huérfano de raíces capilares, me estaba convirtiendo en un pobre pelón, o en un pobre melón, da igual, mi pelo no me quería, me abandonaba a mechones en la bañera, en el lavabo, en la almohada, sobre la ropa, noooooooooooo, mi pelo no me quería. Entonces comencé a preguntarme qué es lo que tenía el joven del anuncio para que su pelo le quisiera, y a mí me abandonara como un perro en cualquier esquina de verano. No podía permitir que mi pelo se fuera con tanta facilidad, así que armado de valor entré en el Corte Inglés, buscando como un desesperado, como un poseso en busca de su deseo, ese dichoso champú que amaba el pelo y, que a su vez, el pelo me amaría. Miré con ojos de enamorado uno a uno cada estante, cada bote de champú, cada envase de colores, hasta que lo vi, junto a otros envases muy bien puestos y colocaditos como si fueran a desfilar ante mí y me cantaran una canción romanticona; y comencé a imaginar que mi pelo crecía y crecía como las habichuelas mágicas de Periquín, me imaginaba que mi pelo me hacía corazones de amor, igual que al chico del anuncio. Sí, señor, confieso que me sentí atraído por aquel envase, ya sé que todos eran iguales, idénticos, gemelos unos de otros, pero aquel envase algo alejado del resto, hizo que empatizara con su soledad de champú abandonado y me acerqué a él de forma delicada, acariciando con mi mano la punta del tapón. Después, cogí el envase con ambas manos y lo desenrosqué para percibir el olor, me acerqué el envase a la nariz y éste me soltó un chorro de champú directo a las fosas nasales. La experiencia fue como esnifar un pelotazo de limón exprimido hasta mis ojos. La dependienta al verme se acercó a mí con un rollo de papel higiénico y quiso limpiarme ese líquido viscoso que se mezclaban con mis mocos. Nunca he sufrido tanta vergüenza en mi vida, pero lo peor fue cuando la señorita me limpiaba, me hizo tantas cosquillas que apreté con tal fuerza el envase que salió disparado otro resto de champú que cayó en su escote resbalando hacia el canal de los pechos. En ese momento sin dilación le robé el rollo de papel y me afané en limpiarle el líquido pringoso por su escote y parte de… bueno… otras partes y, fíjese,señor, en vez de darme las gracias, la buena mujer se puso a gritar como una descosida y a inferir múltiples insultos, pero fue más allá; con ambas manos me tiró de los pelos y me arrancó los pocos mechones que me quedaban aún. Luego, me arrebató el envase de champú y lo vacío todo, todo sobre mi cabeza, y encima tuve que pagar el dichoso bote de las narices. Todavía no comprendo este mal entendido, el caso es que, cuando llegué a casa, me metí en la ducha para aclararme el champú y mi pelo dejó de quererme para siempre. Desde ese día sueño con la cabellera del chico del anuncio, creo que si me pelo no me quiso, tal vez el chico…
Disculpe el atrevimiento de este calvo sin remedio.
Le saluda atentamente,
Fdo. : Leoncio Pontes
22 comentarios:
Que historia más divertida para nosotros y que triste para Leoncio Pontes, reconozco que la foto se presta pero el texto le da aun más realce, si lo lee Pedro Almodovar seguro que hacía una película con el... Muy buena aportación para terminar este concurso, un saludo y mucha suerte que no vas a necesitar.....
Hola Encarni: Vaya con el champú del relato. Que idea mas original, y sobretodo diferente. Yo casi no te ubico, pero me gusta la idea, que te ha salido espectacular. Dar vida a cosas que normalm ente, permanecen inertes a nuestros ojos, es un ejercicio saludable y que hay que tener en cuenta a la hora de escribir. Te felicito y te deseo mucha suerte.
Jaja, muy original
me ha encantado el final "tal vez el chico..."
Suerte!
POBRECITO EL CALVO, PARA ALGUNOS HOMBRES ES UN DRAMA ESTO DE LOS PELOS, AUNQUE SE LLEVEN RAPADOS.
ME PARECIDO MUY ORIGINAL. SUERTE.
Muy ingenioso Encarni, muy bueno!!!!
Saludos,
Felicitat
Hemos escogido la misma fotografía, Encarni, jaja.
Precisamente lo que más me gusta de este concurso es asombrarme con la capacidad creativa de la gente, descubrir cómo una misma imagen puede dar para infinitas y variadas interpretaciones.
Muy original, divertida y amena tu carta.
Recibe un fuerte abrazo.
Primero aclarar que la foto es de Abel, que se la hizo a sí mismo, estirando el brazo, lo cual aun tiene más mérito.
Llamándose Leoncio, merece una buena melena y, ya ves, acabó siendo "Peloncio".
Me reí muchísimo: original y con las dos partes precisas, preciosas. Un buen principio y un buen final.
Pobre Leoncio Pontes, con ese nombre solo se puede esperar que le ocurran toda clase de desdichas. Ya no le queda otra cosa que probar a quererse él mismo y olvidarse de que lo quiera su pelo. Tampoco estaría mal ir a pedir disculpas a la empleada del corte inglés, igual le gustan pelones.
¡Suerte!
Cada vez que vea a un calvo me acordaré de este Leoncio Pontes, jajaja. Muy buena y original tu entrada, Encarni.
Mucha suerte en el concurso.
Un abrazo
Encarni, cuanto me he reido: "me hizo tantas cosquillas que apreté con tal fuerza el envase que salió disparado otro resto de champú que cayó en su escote", jajaja.
Pobre Leoncio, mentras lo leía me acordaba de aquellos dibujos animados de la hiena Tristón que siempre estaba llamando a su amigo amigo Leoncio, el león, me parecía que este señor, mientras iba contando su desgracia capilar en El Corte Ingles, ponía la misma cara de apenado que ponía Tristón, jajaja.
Muy bueno Encarni, muy bueno.
Mucha suerte y un abrazo
¿Te imagina que el champú realmente fuese milagroso y hubiese surtido efecto? ¿Te imaginas tu nariz llena de largos y negros pelos… y el pecho de la chica como el de un legionario? Je, je, je… Es mejor no obsesionarse con los defectos, porque lo normal que por esta causa te saquen el dinero y ¡TE TOMEN EL PELO!
Muy simpático tu relato.
Suerte, Encarni. Un abrazo.
Le has puesto mucho humor al asunto, aunque no haya productos milagrosos si hay un producto que se llama sonrisa para llevar las cosas mejor.
Un besazo.
jajajajaja ya me lo veía yo como el gran hombre de las nieves, cubierto de pelo jajaja
¡suerte!
un abrazo
jajajaaaaaa, que buen rato he pasado leyendo tu relato
Muy bien contado, con un humor casi gráfico que te hace vivir la escena. estupendo relato
Suerte
Un abrazo
Muy divertido,Encarni.
Suerte.
Te mando muchos besos.
Jajajajaja...¡Grande! Es genial...Se lo voy a enseñar a mi santo que se queja también de que su pelo le está dejando de queré :D
Mucha suerte, Encarni y muchos besos
Jajajaja, que divertido te ha quedado. Se agradece ese buen humor tuyo para este final del concurso.
Ha sido genial participar con todos.
Muy bueno.
Soy Maripaz
:))
está genial!!!
bueno, buscando aspectos a destacar: Leoncio Pontes pudo disfrutar de la limpieza húmeda y complaciente de un buen escote jajaja.
cada sexo tenemos nuestras frustraciones; nosotras la imposibilidad de ser madres y hasta llegar a sentirnos menos mujer (cosa que no he llegado a entender, pero puede tener cierto sentido por aquello de las depresiones en la menopausia) y ellos, la alopecia.
cada uno tiene lo suyo, ningún sexo más que otro; todo a partes proporcionales...
muy buen texto, espero que quedes entre las mejores :))
un beso
Originalidad desde luego no le falta, muy guapo.
Besitos
Jajaja, pobre calvo... pensé que terminaría con pelo.
Mucha suerte, un besito.
Gracias por vuestro comentarios, espero que no se me moleste algún calvo, que yo les tengo mucho cariño, tanto que tengo uno para mi sola, jejeje.
Abrazos-
Ingenio no te ha faltado.
Creí que al final acabaría con pelo, pero no.
;-))
Suerte. Un abrazo
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