martes, 8 de junio de 2010

Haciendo mantequilla




Hace un par de años leí un cuento de Jorge Bucay, el cual contaba como dos ratones caían en una jarra de leche. Ambos ratones comenzaron a nadar intentando flotar, pero al rato uno de ellos perdió la esperanza de salir y dejó de nadar, así que se ahogó. El otro siguió nadando, nadando hasta la extenuación y pudo ver como la leche se convertía en mantequilla y así salió de la jarra.


Llamó mi atención la moraleja que intentaba trasmitir; la del esfuerzo y el valor de la esperanza. Sinceramente después de pararme y pensar un poco, me siento como uno de esos ratones que están constantemente nadando para no ahogarse, pero que a pesar de ello la leche todavía no se ha convertido en mantequilla e ignoro si algún día lo hará, pero tal vez se deba a que la leche sea desnatada y deba permanecer dentro de la jarra por mucho tiempo.

Y todo esto lo pienso cada vez que tengo que coger los libros para estudiar. Con el panorama tal y como está en el mundo y en España en particular, se me antoja todo una enorme jarra de leche, y si le pongo cierta distancia a la cosa, me parece todo un pan súper inflado de levadura, es decir, muchos agujeros y poca chicha para comer. Pero la culpa de los agujeros no las tienen los ratones, para nada, ellos están en el cuento de Bucay intentando flotar o dejándose morir.

Yo siempre quise ser Escarlata O´hara en aquella escena emblemática, ‘a Dios pongo por testigo que no lograran aplastarme, viviré por encima de todo esto…’



Bueno, eso fue antes de sentirme un pequeño ratón en una jarra y no un ratón de biblioteca, porque por mucho que lo intente, acabo en la mayoría de las veces como una radio mal sintonizada con miles de interferencias. Claro que ser mujer, madre, presidenta del Ampa, presidenta de la comunidad de vecinos y estudiante da para muchas interferencias, pero cabe la posibilidad de que después de esto descubra que entré por accidente en una jarra de vino y me quiera ir de juerga.


(Aún me queda un examen, después iré envasando la mantequilla, hasta entonces, un abrazo.)


17 comentarios:

Adelaida Ortega Ruiz dijo...

A veces te esfuerzas hasta más allá del límite, y sigues, y sigues, pero la leche no se transforma en mantequilla. Aún así sigues un poco más...

Pero entonces miras el vaso de al lado, en el que nada plácidamente otro ratón desde hace poco rato, y antes de que empiece a cansarse, el líquido de su vaso se solidifica y puede descansar tranquilamente.

Quizá la injusticia extenúe más que el propio esfuerzo. En ese momento hay que ser fuerte para no desmoralizarse y seguir nadando.

emejota dijo...

Animo amiga. Muy buena fábula, se podría traducir como solo pueden sobrepasar las dificultades aquellos que no se rinden. Y tu eres de esas. Si puedes con todo, adelante, cuando te sientas flojear ya sabrás ir soltando amarras. Un abrazo.

Ramirator dijo...

Creo que debes eliminar algunas obligaciones, cuando menos para que la jarra se encuentre con menos leche y, de vez en cuando, puedas descansar tocando el fondo con las patitas, sin miedo a morir ahogada.

Un abrazo.

beker dijo...

Depende de cómo se mire, la jarra estará más o menos vacía o tendrá el líquido que le queramos colocar porque a veces hasta con flotador nos vamos al fondo... besos

Anónimo dijo...

Animo¡ y suerte, que nunca viene mal.

Un saludo desde el "sureste".

Encarni dijo...

Adelaida estoy de acuerdo contigo en que la injusticia es lo que más agota, por lo menos a mí, aunque a veces la rabia me puede y entonces acude a mi vera la impotencia, en fin, espero que no me falten las fuerza para seguir nadando. Besos pregonera.

Encarni dijo...

Emejota creo que leí una vez en tu blog algo así como que la vida nos vive, pues creo que mucho de lo que me pasa precisamente es por eso. Las circunstancias a veces me pone en unas tesituras... Un abrazo.

Encarni dijo...

JUDA, como tú bien dices, debería eliminar algunas obligaciones, y mira que lo intento, pero... ¿sabes aquello de estar en el lugar exacto y en el momento adecuado? Pues un tanto de eso es lo que me pasa, todo es circustancial. Ahora que lo piendo no sé si hacer un cursillo acelerado de Asertividad, me lo pensaré este verano. Un abrazo.

Encarni dijo...

Beker, estoy de acuerdo contigo en que depende, todo depende de muchas cosas, tal vez mi punto de vista, o la manera de hacer las cosas me esté llevando a estar así de estresada, o quizá no mido bien mis prioridades a pesar de que las tengo claras.
Un abrazo.

Encarni dijo...

disancor gracias por pasarte y dejar tus buenos deseos, yo también te deseo un buen fin de semana. Saludos.

Encarni dijo...

'Suereste' ¡PERO QUE ALEGRÍA VERTE VIRTUALMENTE!!!! No sabes la sorpresa que me has dado. Espero tener suerte en mis examenes, ya acabé ¡por fin! no eran muchos pero, me ha costado tantisimo trabajo... bueno ahora me queda terminar el curso en el cole y ya queda poco, que ganas tengo!! Oye espero que estés bien. Un beso.

Anónimo dijo...

...a dios pongo por testigo, que la mantequilla nos hará ricas!!! que jamás volveras a pasar hambre! Cuantos palets quieres? (cuanto me queda por nadar para completar el pedido? a cuanto pongo el kilo? hmm...)
que hay de la leche de coco?
las vacas estan mu flacas...
clonk, clonk, clonk!! en la selva el raton...:)
un abrazo guapa!

elenanito rojo.

Encarni dijo...

Jajajaja, hola mi querido elenanito rojo, no sé si nos volverá más ricas, como mucho más sabrosas
Después si quieres hacemos el pedido juntas, un día de estos que dejemos de nadar, o mira, cambiamos la jarra y nos vamos de juerga, jajaja.
Un beso fuerte.

El antifaz dijo...

Tu puedes con todo eso y con mas. Si fueras raton te bebias la leche para salir de la jarra.

Besos.

Encarni dijo...

Antifaz, esa es una manera inteligente de salir de la jarra, beberse la leche. Debería pensar en cómo se podría tasladar esto a la vida real, pero ya sin metáforas ni nada. Pero he de decirte que no soy una superwoman, para nada.

Besos anti.

Jesús dijo...

Sumergido en un mar de emociones.... Y nadar, nadar... no hay otra opción.
Besos

Encarni dijo...

Jesús, definitivamente sólo queda nadar, nadar para no ahogarse, y mientras se nada la vida transcurre. Besos.