sábado, 8 de mayo de 2010

A veces la ciudad



A veces la ciudad
como una novia
me coge de la mano,
me lleva hasta la abertura
de una calle y me sorprende
la sonrisa vencida del tiempo.

A veces un banco
de cualquier plazuela
medita en la página de Hamlet
desde mi palma
y recorre sin alma
los rincones del asfalto.

A veces las hormigas
de mis pies me zarandean
levantando la cabeza
al mural de sus ventanas
y me saca a pasear
los demonios del pasado.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Es muy emocionante entrar en el blog y volver a encontrar un poema tuyo. Es tan emcionante como el propio poema, con su punta de dolor en el último verso.

beker dijo...

Un poema que se me antoja muy reflexivo.. un abrazo amiga

latrís dijo...

Tú ves arte en lo más inesperado! jajaja.
Llevaba desde ayer intentando entrar el la carta a tu padre! y no me dejaba. Empujaba este magnífico poema, seguro
Un besazo Encarni!

Jesús dijo...

Los demonios del pasado que son las hadas del presente de un adulto que se atreve a mirar hacia atrás.

Las calles, los rincones de tu ciudad te transportan hacia ese pasado vivido, sufrido, disfrutado... pero ya pasado. Y te abre a una toma de conciencia del hoy que vives. Sabes quien eres porque te atreves a mirar, de "refilón" al pasado.
Un besote

Encarni dijo...

Anónimo tu entusiasmo me da ánimos, siempre se agradece comentarios así. Un abrazo.

Encarni dijo...

Beker, en efecto, tal vez paso por un momento reflexivo, o tal vez lo esté haciendo constantemente pero no siempre lo haga en verso. Sabes? me ha reconfortado lo de llamarme amiga :) Un abrazo.

Encarni dijo...

Latrís, no sé que pasó con el blog, porque estuve haciendo una prueba que después borré y al parecer se quedó grabado en vuestros blogs, así que lo siento, intentaré que sea la próxima vez.

Un besote guapa.

Encarni dijo...

Efectivamente Jesús, el pasado, pasado queda, pero fue parte de nosotros/as, nosotros fuimos en ese pasado, y atrevese a mirar como tú dices de 'refilón' nos hace todavía más fuerte cada vez que lo hacemos.

Un abrazo fuerte.

estoy_viva dijo...

Los demonios hay que saber afrontarlos y intentar por todos los medios dejarlos encerrados para que no vuelven, sentada en cualquier lugar en un buen momento para refrexionar de todo lo que ocurre y hacia donde vamos.
con cariño
Mari