martes, 21 de septiembre de 2010

BURKA


Y naciste con la sentencia

del dedo acusador,

de ese hombre que es tu padre,

tu marido o tu hermano.


Eres culpable de llevar el soplo

de la vida,

de callar cuando la sangre te hace

impura,

culpable de amamantar el futuro

con tus pechos,

culpable de mirar con otros ojos

la luna y su horizonte.


Por eso te envuelven entre paredes

de algodón

en tu cuarto de castigo;

te tapan con tela de cortina

igual que una pared sin ventana

para que no llegue la luz de fuera

que es tu calle prohibida,

tu paso acordonado

y tu amor en la penumbra.


HISTORIA

La burka comienza a vestirse entre los años 1901 y 1919 durante el reinado de Habibulla. Este rey celoso de su propiedad femenina que ascendía a doscientas hermosas mujeres en su harén decide imponer esta vestimenta a sus princesas para que otros hombres no se vieran tentados y la belleza no traspasara las puertas del Palacio. Muchas princesas eran cubiertas por burkas bordados con hilo de oro. Esta prenda salió de palacio y se puso de moda entre las mujeres de clase alta para protegerse de la mirada del pueblo. Y alrededor de los años cincuenta su uso se extendió al país entero.

En 1992 los fundamentalistas llegan al poder, entrenan a los talibanes, quienes desde el 1996 ordenan la utilización obligatoria de esta prenda. A partir de aquí, cubrir a las mujeres con esta vestimenta ha supuesto que no llegue hasta ellas, ni la educación, ni la sanidad, ni la cultura, ni el trabajo, ni la libertad.

La maternidad Malalai parece una isla en este mundo de locos al estar rodeada de un muro de cemento construido por los talibanes, con dos ventanucos diminutos. Al otro lado del muro acampan los hombres, hablan a través de los ventanucos con sus mujeres como si la maternidad fuera un acto abstracto que no perteneciera a la humanidad. Una vez que han nacido los hijos, estos no crecen bajo el calor de la madre ni con la mirada protectora de ella, es la burka quien amamanta a estos niños, rompiendo cualquier lazo con la madre.

Los jóvenes que trabajan en el Ministerio de la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio patrullan la ciudad con látigos y palos buscando entre las mujeres alguna uña esmaltada, alguna pierna sin pantalones, alguna carcajada, o todo aquello que no se considere decente en una mujer.

El adulterio está castigado con la lapidación. El 87% de las afganas afirman ser víctimas de violencia de género. Y lo lamentable de esta situación es que los años de invasión de Estados Unidos en Afganistán no ha propiciado ninguna mejoría sobre los derechos humanos con respecto a las mujeres.

Tal vez si le contáramos esta historia a Scherezade la protagonista de las ‘Mil y una noches’ pensaría que en un siniestro cuento, pero tristemente la realidad supera con creces la fantasía.

26 comentarios:

emejota dijo...

En casos como este mi sistema analógico no sirve, aunque me quedan muchas interrogantes en el aire. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Al regimen Taliban, la ONU lo calificó como el mas misogino del planeta...Consideran a la mujer embarazada como una enferma, en fin, tu lo explicas muy bien...
Una ralidad de este siglo y hí está...ni ellas ni la población en general tienen los derechos basicos...
Esto si que es una realidad siniestra.

latrís dijo...

Pues se lució el gran Habibulla! Menudo legado dejó!
Esperemos que nuestros hijos no sepan cuando crezcan lo que es un burka, lo que arrastra tras de sí!
Un besazo Encarni

beker dijo...

Sin duda, una triste realidad sin fundamento, que no hace sino remarcar la diferencia. Saludos

José Vte. dijo...

El burka es la sin-razón de la religión mas integrista, es una carcel personal que cada mujer debe de llevar y aceptar y es la negación de la persona.
Si de verdad estos integristas mal nacidos creyeran en Dios como ser superior y de justicia y bondad infinita, se darían cuenta que es una blasfemia a El y a la raza humana.

Muy bueno Encarni

Anónimo dijo...

Es cierto que el burka ha tenido su origen entre las mujeres de las clases altas y su uso se ha extendido al conjunto del mundo musulmán. Una mañana de julio, en la medina de Tánger, entre la muchedumbre vi cómo avanzaba hacia mí una mujer cubierta enteramente por un burka negro. Caminaba con rapidez y soltura, a pesar de sus zapatos negros de tacón alto. Llevaba bajo el brazo una cartera también negra y ocultaba sus manos con guantes de piel, igualmente negros. Deduje que debía de ser una estudiante rica. Yo no entiendo de tejidos ni de marcas de vestir pero el movimiento que el cuerpo de aquella mujer joven imprimía al vestido sólo podía resolverse mediante el tejido más exquisito y mejor cortado. La vi pasar junto a mí como una ensoñación y perderse entre la multitud hacia un destino tan desconocido como su rostro. Quedé fascinado y, sin embargo, ni a un centímetro de su piel habían llegado mis ojos. Aquella mujer me había producido una alteración estética, una experiencia radical del gusto: por primera vez el burka no me habia parecido una prenda ominosa sino que había despertado en mí una insospechada voluptuosidad.

Durante una de nuestras conversaciones con el moro tuerto que tenía una tienda en Xauen yo saqué a la palestra el tema siempre espinoso de la mujer y la religión. Como todo musulmán machista, el tipo intentaba quitarle importancia al asunto planteándolo como un triunfo de la virtud.

-Si la mujer oculta sus atributos femeninos evita que el hombre caiga en pecado.

Recordando a la mujer de Tánger, le dije entonces:

-¿Pero la religión no ha previsto que la naturaleza humana es tal que busca siempre lo que está oculto?

Naturaleza humana: 'conozco la excelencia pero me inclino por lo peor' (Horacio). Nos dicen NO y respondemos afirmando nuestro deseo y nuestra fe desdichada.

(No me gusta el burka, no estoy de acuerdo con que se obligue a ninguna mujer a llevarlo y por la misma razón defiendo el derecho de las mujeres musulmanas a llevar el velo aun en la escuela pública y laica).

Encarni dijo...

Emejota
Ni tu sistema analógico ni el digital funciona en estos casos, ni hay razonamiento que pueda explicar esta barbarie. Un abrazo.

Encarni dijo...

Anna

Fijate si es misógina que no es solo el taparlas como un objeto, es que no tienen ningún derecho.
Son tratadas como cosas no como personas. Es la anulación total del ser humano por su condición femenina.

Encarni dijo...

Latrís
Dice un refrán: 'Piensa el ladrón que todos son de su condición', pues Habibulla mirando su condición ambiciosa y posesiva con respecto a las mujeres y pensando que el resto de hombres pensaban igual que él que decidió proteger de esos impulsos al resto de sus congeneres cubriendo la belleza femenina y así todos contentos.
Yo deseo que esto pase a la historia, pero ya mismo. Es una utopía ya lo sé.

Un beso, guapa.

Encarni dijo...

Beker

Efectivamente remarcar la diferencia con muros: muros físicos, psicologicos, emocionales y de todo tipo. Supongo que deben anular a la mujer hasta la extenuación para poder sentirse hombres. Hay radica el poder en poner muros.

Un saludo :)

Encarni dijo...

José Vte

Dices bien, si creyeran que Dios es justicia y bondad infinita esto no pasaría. Aunque piensen que si lo es, la diferencia estaría en para quién existe la justicia y la bondad infinita? Creo que la mujer no necesita ni justicia ni bondad infinita porque no 'existe' en estos países integristas.

Un saludo :)

Encarni dijo...

Anónimo,toda opinión es respetable pero me vas a disculpar, porque no estoy de acuerdo contigo.
Entiendo que cuando alguien se acerca a otra cultura todo parezca sorprendente, como en un sueño. Ahora bien en un alarde de empatía porque no te pones en el papel de una mujer y te vistes un burka y caminas por la calle en el mes de julio o agosto con guantes y todo durante todo el día, con poca visibilidad, con poco tacto y con prisas porque el espacio público no es bueno que se ocupe mucho tiempo.

Y yo me pregunto, ¿tanta es la debilidad masculina que prefieren ocultar los atributos femeninos para que no les tiente el pecado? ¿Es que viven el día entero pendientes de las pulsiones sexuales? ¿Y no se ha de pensar también que ellos al quedar descubiertos sean una tentación para las mujeres?.¿O tal vez se piensa que la mujeres no tienen sexualidad?

Tampoco estoy de acuerdo contigo sobre los velos en los colegios públicos. Yo no soy creyente, y pienso que la religión o religiones deberían ser una cuestión íntima y personal, que deberían estar fuera de las escuelas. De este modo cada cuál profesaría su religión fuera de la escuela, y dentro, todo el mundo sería igual.

Acabo de escuchar en la radio que el Futbol es la religión de hoy día.Es cierto que es una afirmación frivola, pero era en un debate informal, pero imaginate que a alguien le da por tomarselo en serio, y decide llevarlo a los colegios como una religión, ¿no sería una locura imponer unos colores de camisetas dependiendo del equipo al que pertenezcas?
(Esto último me ha venido a bote pronto.)

Anónimo dijo...

No creo que nuestro desacuerdo sea radical. Nunca he defendido el machismo ni por razones religiosas, culturales ni de ninguna índole. He dicho que no me gusta el burka porque en nuestro exclusivista reino de la razón occidental ha pasado a convertirse en un símbolo de opresión contra la mujer. Sin embargo, la estudiante de Tánger, vestida con su burka de raso negro, aparentaba ser todo lo contrario de una persona afligida o agobiada. Ningún rasgo de desamparo u opresión parecían torcer su paso, antes al contrario tenía todo el aspecto de ser una persona 'importante'.

Lo que no puedo admitir es que nuestro puritano 'republicanismo' contribuya a crear más dolor mediante prohibiciones que afectan a la expresión de la religiosidad o de la propia cultura. Me explico: las madres cuyas hijas adolescentes observan hoy estrictamente el velo en su atuendo constituyen aquella generación de mujeres del Islam que se enfrentaron a sus padres, madres y abuelos para desprenderse del velo y de otras convenciones religiosas. Hoy sus hijas, desengañadas de la cultura eurocentrista quehabía inspirado la lucha de sus madres, vuelven a las tradiciones religiosas y culturales del Islam. Yo me pregunto: si no se puede obligar a un cristiano a que no cuelgue una cruz de su cuello ¿por qué debemos exigir de una adolescentes musulmana que renuncie al velo? No se trata aquí -como se ha dicho frecuentemente de forma interesada- de una prohibicion similar a la de llevar puesta una gorra en el colegio: la gorra no es un símbolo religioso ni cultural, es una prenda sometida exclusivamente a las leyes de la moda. No se puede tratar igual a los que no lo son y siempre, siempre, deberá ser una decisión de las propias mujeres al margen de cualquier interferencia machista o republicana.

En todo este asunto percibo un desprecio bienintencionado de la sociedad hacia la mujer, presentándola continuamente como una víctima. Es parecido al debate sobre la abolición de la prostitución. Un cartel de un grupo de mujeres comunistas decía: 'Prostituta, libérate'. Es una arenga fácil de entonar por parte de las mujeres 'liberadas'.

Anusky66 dijo...

en el tema de los velos o pañuelos , me resulta muy complicado opinar ,ya que mi cerebro occidental no termina de entender las causas reales que llevan a las mujeres a utilizar estos símbolos religiosos .
en el del burka me parece imposible que se utilice por una decisión tomada libremente ,ya que como muy bien lo defines es una "cárcel (aunque sea )de tela".
un beso

Ana dijo...

Estar en una prisión permanente,sin causa, sin juicio, sin culpa...o sí. Me pregunto si estas mujeres terminarán asumiendo con naturalidad que son indignas, impuras y por tanto deben llevar el burka como una penitencia necesaria, o padecerán este hecho como un acto abominable de alienación? Ambas situaciones son terribles y de muy difícil erradicación. El fanatismo religioso es una de las peores lacras de algunas sociedades que se nutre de la ignorancia y se ceba en los más débiles.
Muy bueno Encarni, un abrazo.

mariajesusparadela dijo...

Miedo, Encarni. Todo es miedo.

Encarni dijo...

Anónimo
para contestarte necesito una entrada así que la estoy preparando.

Encarni dijo...

Anusky, mi pensamiento eurocentrista tampoco me permite comprender este tipo de cosas. A este respecto soy tolerante, pues la gente cree en cosas que se les va la vida en ello, entonces que hagan lo que quieran, a mi me gustaría saber si de verdad se elige libremente.

El burka es otra cosa, y es una prenda impuesta en Afganistán. Que otras mujeres lo utilicen libremente supongo que es para protegerse de tanta hostilidad fanática.
Un beso.

Encarni dijo...

Ana, tú lo has expresado bien, si lo aceptan por alineción no son libres de elegir. Pero yo voy más allá de la prenda, no solo se les priva de movimiento convirtiendo esas ropas en una cárcel, es que se les priva de todo de EDUCACIÓN, SALUD, CULTURA Y LIBERTAD, en definitiva, todas esas carencias son otros burkas más al que no llega la luz.

Un abrazo Ana.

Encarni dijo...

Maria Jesús, es cierto que el miedo posee grandes dosis de poder en quien lo ejerce, y es un buen controlador social, si faltase habría que inventarlo y si es necesario se inventa.

ARO dijo...

Un poema muy emocionante y que nos pone la mirada en una realidad tan dura e injusta para las mujeres como es esa de tener la obligación de vestir así.

oliva dijo...

Estoy leyendo al Anónimo para entender tu última publicación, la del miércoles.

Creo en la libertad individual, pero no considero muy negativo el hecho de que una niña/chica acuda a un colegio o instituto con burka, pañuelo, hiyab. De acuerdo que a ellas le han impuesto esta creencia, pero a nosotros tambien: quien con treinta o cuarenta años, no está bautizado en España? quien no hizo la comunión de pequeño? seguro que habrá personas que sus padres decidieron lo contrario, pero son las menos. Con esto pretendo explicar que a todos nos imponen nuestras convicciones y credos, de ahí que haya que respetar a las demás culturas.

Ahora bien, este Anónimo sigue tratando como objeto a las mujeres (nos trata...). Le pareció cautivador encontrarse a una mujer completamente cubierta con una tela, siempre somos un objeto de deseo. Este es un motivo superficial, aparente y frívolo para defender que las mujeres musulmanas se cubran el rostro y el cuerpo... como siempre (bastante machista).

Me agradó leerte y descubrir tus comentaristas...

saludos.

Encarni dijo...

Arobos, la realidad de estas mujeres afaganas es injusta porque viola los derechos humanos más fundamentales.

Encarni dijo...

Lemaki, efectivamente ¿quién no ha sido bautizado o ha hecho la comunión, y ha dado religión en las escuelas durante cuatro años en el colegio para hacerla porque está dentro de nuestra cultura religiosa? Si la religión se mete en las escuelas con conotaciones educativas, entonces el resto de minorias religiosas tienen el mismo derecho a que se respete sus creecias, más que nada por tolerancia.

Calvarian dijo...

Desde luego en un país laico como el nuestro. Ni velo ni burka ni nada por el estilo en las aulas. Como tampoco se permiten pasamontañas o gorras...se supone no??? No podemos dejar que nos impongan también eso en nuestra casa. Hay que ser más beligerante.
A mi me encantan las gorras y no trabajo con ella puesta para tapar la calva. El pasamontañas para la moto, no para entrar en un banco...sensiblemente diferente.
Simple y llanamente es una sociedad que no ha evolucionado. Tratar así a la mujer es aberrante, no tiene ninguna justificación, ni excusa, quererlo disfrazar de diferencia cultural es lo peor que podemos hacer. El corán se puede interpretar y malinterpretar también.
Bésix

Carmela dijo...

Me parece un maltrato a la esencia de la mujer.
Una manera de condicionarla a vestirse de esa manera es como un símbolo de limitar su libertad.
Y también una forma de desvalorización.